«Preguntas y respuesta sobre las solicitudes de Misas»

Preguntas frecuentes

Una Misa Por Ti.
  • La Santa Misa tiene un valor infinito. Es el sacrificio único de Jesucristo, Que se ofrece para la salvación del mundo Y es actualizado por el sacerdote en el altar.
  • La Santa Misa es pedir a Dios que se apliquen los frutos del sacrificio de Jesucristo a nuestra humilde intención.
  • Los sacerdotes rezan en una santa Misa por las intenciones encomendadas.

Es la enseñanza y la creencia de la Iglesia que, desde la celebración de la Santa Misa, obtenemos las gracias y la fuerza necesaria para el viaje por la vida. Una Misa se puede celebrar en una variedad de intenciones, para nuestro propio bienestar y necesidades, y especialmente para los seres queridos fallecidos. La persona que solicita la Santa Misa no necesita estar físicamente presente, sino que se une en la oración.

  • El sacerdote celebrante puede aplicar u ofrecer a Dios cada celebración de la Santa Misa por intenciones particulares: tanto por los vivos, como por la salvación eterna de los difuntos (cf. Código de Derecho Canónico, c. 901; Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1371, 958, 1689, 1032, passim).
  • En cada celebración de la Eucaristía se actualiza sacramentalmente el sacrificio de Cristo en la cruz, su muerte y resurrección, que, en el Espíritu Santo, se ofrece a Dios Padre por la salvación del mundo.
  • La práctica de solicitar una Misa para un ser querido, vivo o fallecido, es una parte hermosa y maravillosa de nuestra tradición católica.
    Todo cristiano puede encargar al sacerdote que aplique la Misa por una determinada intención particular.
  • Debido al rol particular del sacerdote como mediador entre Dios y el hombre, actuando «in persona Christi» al ofrecer el santo sacrificio de la misa, se considera que se pueden obtener gracias especiales cuando la Misa se aplica a una intención particular.
  • Los principales beneficiarios son los fieles que brindan una ofrenda, ya que al regalar una Santa Misa se ayuda tanto al receptor (que se alegra con una Santa Misa) y como al sacerdote que la celebra. Se contribuye al bien de la Iglesia.

“Los fieles generalmente hacen una ofrenda, llamada estipendio, al sacerdote para aplicar la Misa a una intención específica. Al hacer esta ofrenda, los fieles, al separarse de algo propio, se asocian más íntimamente con Cristo, que se ofrece en la Sagrada Hostia, y obtienen así frutos más abundantes” (Motu Proprio de San Pablo VI, de junio 13, 1974).

  • La Santa Misa tiene un valor incalculable, pues es el sacrificio de Cristo por la vida del mundo entero, por lo que las Misas son ‘impagables’. La ofrenda realizada por la celebración de una Misa es la expresión del deseo del donante de compartir más íntimamente los frutos de ésta El don material no solo contribuye al sostenimiento del sacerdote, sino que también expresa la entrega que de sí hace el donante a Dios.
  • El estipendio es una práctica muy antigua en la Iglesia, que consiste en realizar un donativo, como limosna, al sacerdote que celebre la Santa Misa. El sacerdote que acepta el encargo, y recibe tal cantidad, queda obligado en justicia a ofrecer una misa por la intención del donante.
  • La práctica de hacer ofrendas para Misas data de la Iglesia primitiva, cuando los creyentes llevaban pan y vino y otros donativos a la Misa para apoyar a los sacerdotes y a los más necesitados. En la actualidad, la ofrenda monetaria llamada “estipendio de Misas” es una variante que permite a los creyentes incluir una intención particular en la celebración de la Sagrada Eucaristía. Esta ofrenda establece un estrecho vínculo entre el donante y la vida y misión de la Iglesia (el Cuerpo de Cristo), pues la ofrenda se convierte en una forma de apoyo material a los ministros de la Iglesia y a sus actividades pastorales.
Su apoyo económico sirve al sacerdote que la celebra para continuar con su misión apostólica y/o para los sacerdotes en edad avanzada o enfermos para apoyarse en su retiro.
Cada intención de Misa será enviada a los sacerdotes de la Legión de Cristo quienes las celebrarán obligatoriamente.

La novena es un ejercicio de devoción que se practica durante nueve días para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Puede estar dedicada a Cristo mismo en alguna advocación, o a algún santo canonizado cuya intercesión es más poderosa ante Dios, debido a los méritos logrados durante su vida.

Can. 945

  • Según el uso aprobado de la Iglesia, todo sacerdote que celebra o concelebra la Misa puede recibir una ofrenda, para que la aplique por una determinada intención.
  • Se recomienda encarecidamente a los sacerdotes que celebren la Misa por las intenciones de los fieles, sobre todo de los necesitados, aunque no reciban ninguna ofrenda.

Can. 946

  • Los fieles que ofrecen una ofrenda para que se aplique la Misa por su intención, contribuyen al bien de la Iglesia, y con ella participan de su solicitud por sustentar a sus ministros y actividades.
La Ley Canónica no permite mantener las intenciones de la Misa más allá de las que se puedan programar en un año.
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